El acceso a Internet ha puesto a nuestra disposición una infinita variedad de productos y servicios, entre ellos la posibilidad de realizar operaciones financieras de manera segura. Con el banco en línea, las instituciones han facilitado a sus cuentahabientes la realización de trámites y transacciones cotidianas.
A pesar de esto, de acuerdo a los últimos resultados de la Brújula Digital Banamex (2016), sólo el 17% de la población bancarizada utiliza el servicio de banca por Internet. A su vez, el Estudio de Banca Electrónica en México, hecho por la Asociación de Internet en el mismo año, arrojó que el 42% de los internautas mexicanos no usan ningún servicio de banca en línea.
Entre las razones más comunes que los usuarios han dado para no tener banca en línea, están: que prefieren acudir a la sucursal, que no lo consideran seguro, que no necesitan el servicio, que las comisiones son muy altas, o que simplemente no saben cómo usar el servicio.
Ventajas de manejar tu banco en Internet
Todo lo anterior habla de la desinformación que existe al respecto, así que a continuación te contamos cuáles son los beneficios de manejar tu banca en línea.
Para desmentir el último punto, debes saber que por lo general la banca en línea es gratuita, es decir, sin comisiones. Y aún si las tuvieran, éstas son muy bajas.
Es más seguro, ya que no tienes que cargar con grandes cantidades de dinero como para pagar una renta o dar el enganche de un auto. Puedes transferir dinero y hacer depósitos en línea, simplemente contando con el número de cuenta del beneficiario.
Es muy cómodo, pues tienes acceso a tu banco las 24 horas, desde donde quiera que estés. Así puedes realizar trámites en el momento y el lugar que quieras, desde cualquier dispositivo con acceso a Internet.
Olvídate de los traslados al banco, las tediosas filas y de guardar todos tus tickets “por si acaso”. Con tu banco en línea puedes hacer operaciones en cuestión de segundos y mantener todos tus registros en un solo lugar.
Puedes programar pagos recurrentes para que se hagan de forma automática y así ya nunca se te olvide. Esto es muy útil al tener que pagar servicios como luz, agua o teléfono, por ejemplo.
Si manejas varias tarjetas o cuentas, puedes traspasar tu dinero de una a otra con mucha facilidad, incluso si no pertenecen al mismo banco.
Puedes llevar un mejor control de tus gastos, pues puedes consultar todos tus movimientos hasta de tres meses anteriores, dependiendo del banco. Esto te permite ver dónde gastas más, calcular impuestos, y hasta detectar cargos no reconocidos a tiempo.
La banca en línea no se limita a meras transacciones, todos los bancos ofrecen la facilidad de hacer trámites, aunque varían de banco a banco. Algunas de las operaciones que puedes realizar son inversiones, pago de impuestos, pago de nómina, cambio de NIP, alta y baja de cuentas, ampliación de línea de crédito, manejo de Afore, entre otras.
Consejos de seguridad
Las instituciones financieras se han encargado de que la banca en línea sea muy segura, utilizando varios filtros para poder acceder a tu cuenta, y manteniendo encriptada tu información. Aún así, es importante que cuides el manejo de tus datos personales para evitar ser víctima de algún fraude o de robo de identidad.
Revisa frecuentemente tus estados de cuenta y movimientos bancarios para identificar aquellos que te parezcan inusuales, o que no recuerdes haber hecho. Si esto ocurre, comunícate inmediatamente con tu banco para una aclaración.
No utilices claves que se relacionen con tu información personal pública, como el día de tu cumpleaños o algún número de teléfono.
Siempre que te deshagas de documentos que tengan información personal, destrúyelos por completo. No sólo los arrojes a la basura tal como están.
Mantén información sensible como tu NIP, password, claves dinámicas y archivos en un lugar seguro, al que otras personas no tengan acceso. Y por favor, no compartas esta información por correo o chat a nadie.
Elimina cualquier mensaje de origen sospechoso, o que te solicite información personal o financiera.
Nunca ingreses tus contraseñas en un sitio al que llegaste por un correo electrónico o chat. Siempre es mejor entrar directamente al sitio oficial de tu institución financiera.
Evita utilizar equipos públicos para realizar operaciones bancarias. T información puede quedar almacenada y ser usada por alguien más. Mejor usa tus dispositivos personales.
Asegúrate de que el sitio que visitas sea totalmente seguro y confiable. El proveedor debe informar su identidad, denominación, políticas de venta y de privacidad, así como datos de su ubicación física.
Tener tu banco en Internet puede ahorrarte muchos dolores de cabeza y horas perdidas. Si quieres conocer más sobre la seguridad de la banca en línea, visita el portal de la CONDUSEF. La oportunidad está ahí, ¿la tomas?
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